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Una de mis resoluciones para 2020 fue completar el programa de rehabilitación de creatividad conocido como The Artist’s Way. Estoy a una semana de terminar el curso de 12 semanas, y ya puedo sentir un cambio en las dudas y pensamientos autocríticos que solían aparecer todo el tiempo. He estado descubriendo cómo mis tendencias perfeccionistas realmente limitaban mi creatividad, y aprendí algunas herramientas para ayudarme a aprovechar mi lado más lúdico en lugar de apagarlo.
Una forma de hacerlo es crear un espacio para nosotros en nuestro hogar. Puede ser un rincón de una habitación, una repisa de chimenea o una estantería de libros, un espacio para las imágenes y los objetos que nos deleitan y nos conectan con nuestro artista interior.
Al vivir en un estudio en Nueva York, era tentador pensar "No tengo espacio para eso", pero me pareció importante no omitir este ejercicio. Así que limpié el alféizar de una ventana y luego me llené con algunas de mis plantas, rocas, fotos y cuadernos favoritos. Es simple, y definitivamente es pequeño, pero es un espacio dedicado solo para mí. Y si puedo encontrar el espacio, ¡probablemente tú también puedas!
imagen de 1stdibs
Para mí, Kelly Wearstler es la creatividad personificada. Cada espacio que crea se siente impulsado por pura energía creativa, y la forma en que trabaja con texturas y formas se siente juguetona y no limitada por tendencias o convenciones. Estas son algunas de mis piezas favoritas para canalizar su casa de Malibu.
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